creación de Dios¿De dónde vinimos? Es una pregunta universalmente humana. No recordamos nuestra infancia y no tenemos ninguna prueba aparentemente concreta de nuestra génesis espiritual. Así que la pregunta ¿De dónde vinimos? es legítima e importante. Muchas religiones cristianas u otras, tienen teologías acerca de dónde vamos a ir de aquí, pero pocos tienen una doctrina acerca de dónde estábamos antes de nuestra mortalidad. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (llamada a menudo inadvertidamente la Iglesia Mormona) es una religión que tiene la respuesta a esa pregunta, una respuesta que es clave para nuestro propósito y lugar tanto en esta vida como en la vida venidera.

Dónde encuentran su respuesta los mormones

Los mormones encuentran la respuesta a esta pregunta en un libro de escritura llamada la Perla de Gran Precio. La Perla de Gran Precio es un conjunto de escrituras traducido por el profeta José Smith cuando José estaba traduciendo la Biblia y contiene una descripción más completa de los escritos de Moisés. Estas escrituras contienen doctrina fundamental que se perdió en la Biblia, y es en estos libros donde nos enteramos de dónde vinimos.

El Plan de Salvación

En el Libro de Abraham (que se encuentra en la Perla de Gran Precio), nos enteramos de que fuimos parte de un gran concilio celestial. Abraham (el mismo Abraham de la Biblia) narra una revelación de Dios con respecto a este evento pre terrenal:

Y el Señor me había mostrado a mí, Abraham, las inteligencias que fueron organizadas antes que existiera el mundo;. . .

y Dios vio que estas almas eran buenas. . . .

Y estaba entre ellos uno que era semejante a Dios, y dijo a los que se hallaban con él: Descenderemos, pues hay espacio allá, y tomaremos de estos materiales y haremos una tierra sobre la cual éstos puedan morar.

y con esto los probaremos, para ver si harán todas las cosas que el Señor su Dios les mandare. (Abraham 3:22-24)

concilio-en-los-cielos-doctrina-mormona

Estos versículos nos enseñan que no sólo nuestros espíritus existían antes de la mortalidad, sino que existían incluso antes de la creación del mundo. Nos enteramos de que Jesucristo fue nuestro Salvador aún entonces, él fue el máximo abogado de nuestro derecho a elegir.

Durante este concilio, Jesús presentó un plan a su Padre: Nos trajo a la tierra para recibir nuestros cuerpos, y seríamos probados y comprobados, con el fin de ser dignos de regresar a nuestro Padre Celestial como seres glorificados. Debido a que nuestra mortalidad nos haría físicamente y espiritualmente débiles, Jesús se ofreció para ser nuestro Salvador, para compensar por los errores que cometamos y para permitir que nos arrepintamos y cambiemos para que ese regreso celestial fuera posible.

Lucifer presentó su propio plan, que giraba en torno a la falta del albedrío moral. Él quitaría nuestra elección y nos obligaría a guardar los mandamientos. Como resultado él –y no Dios, como en la propuesta de Cristo– recibiría la gloria.

En aquel concilio premortal, tuvimos una opción para seguir a Jesucristo o a Lucifer. Algunas almas realmente siguieron a Lucifer, y ellos fueron echados del cielo, y se les negó tener cuerpos para siempre. Los que decidieron seguir al Salvador están aquí en la tierra hoy.

¿Por qué es importante la vida pre terrenal?

¿Por qué es importante esta historia? ¿Qué propósito le da a nuestras vidas en este momento? La verdad se encuentra en esta pieza de la doctrina eterna equivalente a la naturaleza misma de nuestra alma: Hemos escogido a Cristo una vez antes. Esa elección fue fácil para algunos y difícil para otros, pero independientemente d ello, todas las personas que han vivido en esta tierra en un momento han elegido seguir al Salvador. Lo bueno de esta opción es que podemos hacerlo de nuevo, otra vez y otra vez y otra vez. No importa lo mucho que caigamos, siempre podemos optar por Cristo una vez más.

Nuestra primera elección de seguir a Jesucristo y llegar a la tierra nos da derecho al poder redentor de Cristo. Cometemos errores, y tomamos decisiones mediocres, pero es a través de la expiación de nuestro Salvador que podemos arrepentirnos, cambiar y llegar a ser más divinos día a día. Debido a que ya escogimos a Jesucristo, podemos elegirlo todas las veces que necesitemos para llegar a ser como Él.

Nuestra vida pre terrenal es clave para nuestra existencia eterna

Una vez que sabemos de donde realmente venimos: el cielo, nuestras preocupaciones y responsabilidades mortales reciben una mayor perspectiva. En la existencia pre terrenal, fuimos preparados para los desafíos de esta vida. Fuimos preparados y bendecidos por Dios, nos dieron las instrucciones específicas y misiones individuales para esta vida. ¡Cuánto poder nos da el saber que Dios preparó a nuestros espíritus para la mortalidad! En la vida premortal nuestros espíritus fueron similares a lo que son ahora: Tuvimos identidades distintas que llevamos con nosotros a nuestros cuerpos.

nuestras decisiones afectarán nuestra vidaLas decisiones que tomamos en la vida antes de esta siguen siendo una parte de lo que somos, y porque optamos seguir al Salvador podemos seguir tomando decisiones por toda la eternidad. Podemos aprender de nuevo lo que nos enseñaron en la vida premortal y podemos aprender a amar y aplicar esas verdades en nuestras vidas hoy en día.

Recursos adicionales:

 

Jesucristo en el Mormonismo

Este artículo fue escrito por

Charlotte

 

 

Charlotte

la-vida-antes-de-la-vida-de-dnde-vinimos-jesucristo