Existen muchas iglesias en el mundo y cada día nacen nuevas y nuevas denominaciones autodenominadas como cristianas. Cada filosofía y doctrinas emanadas del pensamiento humano llevan consigo el resultado de su propia elucubración, así como de las ideas, deseos y aspiraciones de su respectivo liderazgo.
Hablar de la Trinidad se convierte en un asunto que inevitablemente afecta las fibras personalistas de las más de 35 mil denominaciones, solo cristianas, existentes en la actualidad y cuyo número va en acenso según la voluntad y aspiraciones de hombres y mujeres que se auto proclaman líderes espirituales y seguidores del Salvador.
Sin embargo, para los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, conocidos por algunos como los mormones, el sentido de la Trinidad alcanza una perspectiva demostrada en las escrituras y confirmada por medio de la voz de Dios, dada a través de Sus profetas en la tierra aún hoy, pero que va más allá por medio de las revelaciones personales, las cuales se alcanzan por el poder del Espíritu Santo, uno de los miembros de la Trinidad.
Al respecto, el élder Dallin H. Oaks de Quórum de Los Doce Apóstoles dijo que efectivamente, “La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días tiene muchas creencias en común con otras iglesias cristianas”, lo cual permite buscar ese sentimiento de amor fraternal.
Sin embargo, agregó el élder Dallin H. Oaks: “Pero también tenemos diferencias, y son esas diferencias las que explican por qué enviamos misioneros a otros cristianos, por qué edificamos templos, además de las capillas, y por qué nuestras creencias nos brindan tanta felicidad y fortaleza para hacer frente a las dificultades de la vida y de la muerte”.
En este sentido el élder Gary J. Coleman, del Primer Quórum de los Setenta se refirió en su discurso “Mamá, ¿somos cristianos?”, pronunciado en abril de 2007, afirmó que “el conocimiento con respecto a Dios y el hecho de que es un ser distinto de Su hijo y del Espíritu Santo se perdió después de la muerte de Cristo y de Sus apóstoles. La confusión y las doctrinas falsas en cuanto a la Trinidad fueron producto del Credo de Nicea y de los consejos de Constantinopla, donde hombres declararon que en vez de ser tres personajes distintos, la Trinidad se componía de tres personajes en un solo Dios”.
Es requerido, a todos los hombres sobre la faz de la tierra, el poder entender la verdadera naturaleza de cada uno de los miembros de la Trinidad. Al respecto, es importante citar el primer Artículo de Fe de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, de los trece que son una recopilación de las creencias básicas y fundamentales de La Iglesia Restaurada, el cual dice: “Nosotros creemos en Dios el Eterno Padre, y en su Hijo Jesucristo, y en el Espíritu Santo”.
Al leer tal enunciado se puede comprender que estos mencionados tres seres componen la Trinidad y que como unidad de gobierno, presiden este mundo y todas las demás creaciones de nuestro Padre Celestial. Se debe recalcar que los mormones creen que Dios el Padre, su hijo Jesucristo y el Espíritu Santo son tres personajes separados uno del otro y que la Trinidad está cohesionada como la unidad de Dios. Todos con un mismo propósito.
En la Biblia, en el libro de Juan, capitulo 17 versículos 20, 21 y 22 se pueden encontrar palabras claves para la comprensión de este asunto, cuando el Salvador dijo: “Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos; para que todos sean uno, como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. Y la gloria que me diste les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno”.
En estas palabras Jesucristo afirma que su unidad para con el Padre comprende el ser parte de un grupo coherente, unificado en pensamientos y acciones. Destaca que su deseo, es que todos aquellos que le escucharon actúen en unión y en concordancia con Sus enseñanzas, siendo a la vez todos uno con Jesucristo y el Padre también.
La Santa Biblia incluso demuestra la individualidad de los personajes de la Trinidad, ello lo podemos observar en la ocasión en que Esteban, considerado como el primer mártir de la era cristiana, testificó de tal realidad divina, en un evento registrado en el capítulo 7 versículos 55 y 56: “Pero Esteban, estando lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, y dijo: ¡He aquí, veo los cielos abiertos y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios!”.
Evidentemente, los tres personajes de la Trinidad estuvieron presentes en ese momento mientras, con su sangre, Esteban sellaba esta verdad sagrada. Fue gracias al poder del Espíritu Santo, que Esteban pudo ver al Padre Celestial en Su Gloria y a Su hijo Jesucristo sentado a Su diestra. Quedando confirmado con ello un testimonio enérgico de la condición personal e individual de los miembros de la Trinidad, quienes comparten y trabajan por un fin común en unidad divina.
Los mormones, o Santos de los Últimos Días como prefieren ser conocidos en el mundo, admiten la naturaleza de la Trinidad demostrada en la Santa Biblia, pero también reconocen que con la llegada de La Gran Apostasía tras la muerte de Jesucristo y sus apóstoles. Fue entonces necesario que esta verdad eterna fuera restaurada en esta la última dispensación de todos los tiempos.
Estas creencias mormonas están basadas en los escritos sagrados y una de esas marcadas diferencias de los mormones para con otras iglesias cristianas. Los mormones testifican de la individualidad de la Trinidad, la verdad concerniente a la naturaleza de ese cuerpo gobernante celestial, y que en una verdad que fue restaurada en estos tiempos, cuando en 1820 José Smith, con tan solo 14 años de edad, logró ver el poder de estos tres seres y siendo tomado por el Espíritu Santo, puedo ver al Padre Celestial y a Su hijo Jesucristo a su diestra.
Reinaldo Mendoza
Miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, donde sirve como Obispo del Barrio Unión, Estaca Los Sauces, Valencia-Venezuela. Periodista (Comunicador Social, mención Desarrollo Social), egresado de la Universidad Católica Cecilio Acosta en Venezuela. Magister en Teaching Higher Education, egresado de la Caribbean International University.