En el desafiante mundo de hoy, muchas personas tienen hambre de algo que no puede ser satisfecho con meramente comida. Ellos quieren que sus almas se llenen de la paz que sólo Dios puede dar. A menudo tienen preguntas que no pueden responderse mediante la búsqueda en Internet y así se vuelven a Dios, fuente de toda verdad. Una forma de acercarse a Dios y sentir Su espíritu más fuertemente es con el ayuno.

Jesucristo comenzó su ministerio con un ayuno prolongado. Al final de él, Satanás, sabiendo que Jesús era vulnerable en Su estado debilitado, trató de tentar al Señor para que pecara, pero aunque el ayuno lo había debilitado físicamente, lo había fortalecido espiritualmente. Él fue capaz de resistir, haciendo posible que la expiación se produjera más adelante.

orar es ponerse en las manos de DiosHoy en día, los mormones (un apodo para los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días) siguen la tradición bíblica del ayuno con el fin de acercarse más a Dios y encontrar fuerza, paz y respuestas. Una vez al mes, normalmente el primer domingo de cada mes, se quedan sin comer durante veinticuatro horas. En realidad, esto sólo equivale a la falta de dos comidas y los aperitivos que podrían tenerse si las comidas se cumplen correctamente. Se trata de un ayuno completo sin nada de comer ni de beber, pero sólo se espera que lo realicen aquellos que puedan hacerlo con seguridad. Los niños de ocho años o más que han sido bautizados pueden ayunar si así lo desean, pero no se les requiere y se enseña a los padres a no insistir.

servicio mormónDurante el ayuno, ellos dedican más tiempo a la oración y al estudio de las Escrituras. Si tienen preguntas o problemas especialmente desconcertantes, ellos los llevan a Dios. Debido a que se están sacrificando, son más capaces de escuchar la “voz” de Dios.

Luego los mormones hacen algo particularmente único. Puesto que han ahorrado dinero por no comer o beber, ellos donan el dinero ahorrado a un fondo especial conocido como la  Ofrenda de Ayuno. Este dinero se utiliza para ayudar a los que sufren en su propia congregación––personas que de una u otra manera podrían estar con hambre, frío, o sin hogar. Es un alivio temporal de las necesidades esenciales, mientras que la congregación trata de ayudar a la persona a desarrollar los recursos necesarios para ser más independiente. Al pasar hambre por un día, los mormones son capaces de evitar que otra persona pase hambre todos los días. Cuando una congregación no necesita todas sus ofrendas de ayuno, el dinero se le da a las congregaciones con mayor necesidad.

¿Acaso no somos ricos, si el Señor nos ha bendecido con algo que podemos compartir con los demás? El disciplinarnos a nosotros mismos a través del ayuno nos pone en sintonía con Dios, y el día de ayuno es una ocasión para dejar de lado lo temporal para que podamos disfrutar de la más alta calidad de lo espiritual. “Al ayunar en ese día aprendemos y entendemos mejor las necesidades de los que son menos afortunados”(Howard W. Hunter, Ayuno, octubre de 1985, Conferencia General).

El ayuno, entonces, lleva a cabo varios mandamientos cristianos y es una parte poderosa de la vida cristiana. La disposición a renunciar a una comodidad esencial por el ayuno y la voluntad de atender a los pobres son a la vez pedidos por el Salvador y por Dios.

Los mormones aprenden que el ayuno no es sólo dejar de comer y beber. Si ayunamos, pero pasamos el tiempo viendo la televisión o jugando, no hacemos más que quedarnos sin comer. En su lugar, se nos pide ayunar con un propósito. Esto significa elegir un objetivo para nuestro ayuno. Una persona puede usarlo para orar por un hijo que se aleja del evangelio. Otro podría centrarse en un amigo que está gravemente enfermo. Sin embargo, otro podría tener una pregunta sobre el evangelio y elegir su ayuno para buscar respuestas y testimonios.

Pareja mormona orandoUn ayuno mormón es acompañado por más de la cantidad normal de oración. Los mormones oran cada mañana y tarde de forma individual, como familia, y con sus cónyuges si están casados. Oran en las cenas, y también, por supuesto, oran siempre cuando surge la necesidad o el deseo. Pero durante un ayuno, van a tratar de encontrar más tiempo para conversaciones largas y significativas con Dios. Los mormones usan muy pocas oraciones recitadas por lo que sus oraciones están destinadas a ser conversaciones bidireccionales. Después de orar, un mormón se sentará en silencio con el fin de permitir que el espíritu le brinde impresiones e inspiración en sus corazones y mentes.

Isaías describe las reglas del ayuno que observan los mormones:

¿Es éste el ayuno que yo escogí, un día en que el hombre aflija su alma, en que encorve su cabeza como junco y haga cama de cilicio y de ceniza? ¿Llamaréis esto ayuno y día agradable a Jehová?

¿No es más bien el ayuno que yo escogí: desatan las ligaduras de la maldad, soltar las cargas de opresión, y dejar libres a los quebrantados y romper todo yugo?

¿No consiste en que compartas tu pan con el hambriento y a los pobres errantes alojes en tu casa; en que cuando veas al desnudo, lo cubras y no te escondas del que es tu propia carne?

Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salud se manifestará pronto; e irá tu rectitud delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia.

Entonces invocarás, y te responderá Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitas de en medio de ti el yugo, el señalar con el dedo y el hablar vanidad;

y si extiendes tu alma al hambriento y sacias al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía (Isaías 58:5-10).

Este artículo fue escrito por

Terrie Lynn Bittner

 

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