Jesus-Christ-Preaching-mormonCuando se habla de la relación de Jesús con el día de reposo, es importante recordar que Él fue el creador de la tierra – Aquel a quien Dios el Padre llama “La palabra de mi poder”.  Por lo tanto, tenemos que igualar la creación, y el día de reposo, con Él y con Su voluntad para nosotros.  Jesús, como Jehová antes de su nacimiento como Jesús en la tierra, era también el Dios del Antiguo Testamento, por lo que todo lo que fue dado a los profetas del Antiguo Testamento en relación con el día de reposo vino de Cristo.

El mandamiento de honrar el día de reposo es fundamental para los mormones, es uno de los 10 mandamientos:

“Acuérdate del día del reposo para santificarlo.  Seis días trabajarás y harás toda tu obra, mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no harás en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni el extranjero que está dentro de tus puertas.  Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó” (Éxodo 20:8 – 11).

Nehemías reprendió a su pueblo por comprar, vender y trabajar en los campos en el día de reposo.  Aquí se establece la conexión de que el pueblo prospera cuando guarda el día de reposo, pero la tierra y el comercio están malditos cuando se profana el día de reposo:

“Y contendí con los nobles de Judá, y les dije ¿Qué mala cosa es ésta que vosotros hacéis, profanando así el día de reposo?  ¿No hicieron así vuestros padres, y trajo nuestro Dios todo este mal sobre nosotros y sobre esta ciudad?  Y vosotros añadís ira sobre Israel profanando el día de reposo” (Nehemías 13:17 – 18).

Jeremías advirtió:

“Pero si no me escucháis para santificar el día de reposo y para no traer carga ni meterla por las puertas de Jerusalén en el día de reposo, yo haré encender fuego en sus puertas que consumirá los palacios de Jerusalén y no se apagará” (Jeremías 17:27).

Guardar el día de reposo es un signo y una alianza entre el Señor y Su pueblo:

“Tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: De cierto vosotros guardaréis mis días de reposo, porque es señal entre yo y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico…Señal es para siempre entre yo y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó” (Éxodo 31:13, 17).

El castigo del Antiguo Testamento por quebrantar el día de reposo era la muerte.  Hay una razón para ello.  El Señor bendice a Sus hijos cuando guardan el mandamiento en el que se basa la bendición.  Cuando guardamos el mandamiento, a causa de Su promesa a nosotros, el Señor está obligado a bendecirnos.  Pero si no cumplimos el mandamiento, y más especialmente, si voluntariamente nos rebelamos contra el mandamiento, no hay ninguna promesa de parte del Señor.  Debido a la importancia de guardar el día de reposo, los judíos a veces tienen mucho miedo de quebrantarlo.  Ellos crearon normas y procedimientos para abstenerse de profanar el día de reposo sin darse cuenta.  Solo caminaban no más de mil pasos y no conducían o manejaban en absoluto.  Sólo llevaban los objetos rituales necesarios para el culto en la sinagoga.  Estas restricciones se mantienen entre los judíos muy ortodoxos.

Sin embargo, Jesús los corrigió.  La conciencia de cada uno puede decir si estamos realizando actividades propias para el día de reposo, si estamos cerca del espíritu.  Jesús enseñó que el hombre no está destinado a ser un esclavo de las reglas y restricciones del día de reposo, pero que este día debe ser placentero para el hombre, para darle descanso y volver a llenarlo espiritualmente.  En Marcos dice:

“Y aconteció que pasando él por los sembrados en el día de reposo, sus discípulos, andando, comenzaron a arrancar espigas.  Entonces los fariseos le dijeron: He aquí, ¿por qué hacen en el día de reposo lo que no es lícito?  Y él les dijo: ¿Nunca leísteis lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y tuvo hambre, él y los que con él estaban; cómo entró en la casa de Dios, siendo Abiatar sumo sacerdote, y comió los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino a los sacerdotes, y aun dio a los que con él estaban?  También les dijo: El adía de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo.  Así que el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo” (Marcos 2:23 – 28).

Jesús podía hacer este juicio, porque Él es el Señor del día de reposo.  Nosotros también podemos decidir si estamos cerca del espíritu.  Jesús puede decirnos si estamos guardando el día de reposo.  Cuando Jesús llevó a cabo una curación en el día de reposo, los escribas y los fariseos le acusaron de quebrantar el sábado.  El Señor les respondió. “Entonces Jesús les dijo, Os preguntaré una cosa: ¿Es lícito en los días de reposo hacer bien o hacer mal? ¿Salvar la vida o quitarla?  Y mirándolos a todos alrededor, dijo al hombre: Extiende tu mano.  Y él así lo hizo, y su mano fue restaurada” (Lucas 6:9, 10).

Los judíos tenían una dispensación especial para “quebrantar” el día de reposo si se presentaba una situación de vida o muerte.  Podían salvar a un animal o a un ser humano en el día de reposo.  Jesús se refirió a eso cuando sanó la mano del hombre.

Después de la resurrección, Jesús visitó a los israelitas que habían emigrado a las Américas.  Ellos habían estado guardando la ley de Moisés, pero sus profetas habían estado profetizando la venida de Cristo, y profetizaban en el nombre de Cristo.  Los pueblos del Libro de Mormón habían visto las señales del nacimiento y de la muerte de Cristo.  Durante Su visita, el Señor les enseñó y estableció Su Iglesia, tal como lo había hecho en la Tierra Santa, llamando a Sus doce discípulos y enviándolos como testigos.  Cristo reiteró la ley de Moisés para guardar el día de reposo.  “Les mandó que observaran el día de reposo y lo santificaran; y también que todos los días dieran gracias al Señor su Dios” (Mosíah 18:23).

passing-sacrament mormonCuando el Señor restauró el Evangelio y el poder del sacerdocio a través de José Smith, Él reiteró la importancia de mantener el día de reposo:

“Y para que más íntegramente te conserves sin mancha del mundo, irás a la casa de oración y ofrecerás tus sacramentos en mi día santo, porque, en verdad, éste es un día que se te ha señalado para descansar de tus obras y rendir tus devociones al Altísimo; sin embargo, tus votos se ofrecerán en rectitud todos los días y a todo tiempo; pero recuerda que en éste, el día del Señor, ofrecerás tus ofrendas y tus sacramentos al Altísimo, confesando tus pecados a tus hermanos, y ante el Señor. Y en este día no harás ninguna otra cosa sino preparar tus alimentos con sencillez de corazón, a fin de que tus ayunos sean perfectos, o en otras palabras, que tu gozo sea cabal.  De cierto, esto es ayunar y orar, o en otras palabras, regocijarse y orar.  Y si hacéis estas cosas con acción de gracias, con corazones y semblantes alegres, no con mucha risa, porque esto es pecado, sino con corazones felices y semblantes alegres de cierto os digo, que si hacéis esto, la abundancia de la tierra será vuestra, las bestias del campo y las aves del cielo, y lo que trepa a los árboles y anda sobre la tierra; sí, y la hierba y las cosas buenas que produce la tierra, ya sea para alimento, o vestidura, o casas, alfolíes, huertos, jardines o viña; sí, todas las cosas que de la tierra salen, en su sazón, son hechas para el beneficio y el uso del hombre, tanto para agradar la vista como para alegrar el corazón; sí, para ser alimento y vestidura, para gustar y oler, para vigorizar el cuerpo y animar el alma” (Doctrina y Convenios 59:9 – 19).

Los mormones hemos tenido algún consejo específico de nuestros profetas y apóstoles, pero aún así seguimos nuestra conciencia cuando se trata de guardar el día de reposo.  Estas son algunas recomendaciones que los profetas han hecho…

  • No compre ni venda en el día de reposo.
  • Asista a la iglesia, especialmente a la reunión sacramental, con el fin de participar del Sacramento y renovar los convenios hechos en el bautismo.
  • Descanse de las labores, pero haga la obra del Señor en el día de reposo.
  • Visite a los enfermos y los necesitados en el día de reposo.
  • Disfrute de la familia en actividades tranquilas, disfrute de comidas sencillas que no sean muy difíciles de preparar o limpiar.
  • Tome una siesta, lea las Escrituras o cualquier otro buen libro.

Algunos mormones ven la televisión en el día de reposo, pero otros no.  Muchos cambian la música que escuchan con el fin de hacer el día más espiritual.

jess-y-el-da-de-reposo-jesucristo