Las narraciones del Evangelio a menudo destacan la reacción de las personas hacia las palabras de Jesús, inclusive Marcos da a conocer que por lo general estaban “admirados” o “asombrados” (Marcos 1:22,27). Juan recordó la reacción del Sermón del Pan de Vida pronunciado en Capernaúm cuando Jesús declaraba que era el “maná vivo” y que todos deben “comer su carne y beber su sangre”, señalando que muchos de sus discípulos respondieron, Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír? (Juan 6:60, énfasis agregado por el autor). Aparentemente, para muchos, esta fue la gota que colmó el vaso de agua ya que como Juan señaló, “Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él” (Juan 6:66)

Sermon-Mount-Jesus-MormonEsta fue la primera vez que Jesús dijo algo que era una “palabra dura” para su audiencia. En otro lugar, Jesús precedió su comentario al indicar que “No todos son capaces de recibir esto” (Mateo 19:11) cuando hablaba sobre la dedicación al reino. No solamente aquellos que vivieron durante el ministerio de Jesús encontraron algunas de sus palabras difíciles de entender o vivir, sino que también las generaciones siguientes han encontrado algo “duro” en las palabras de Jesús, palabras que a menudo confundieron a los lectores y obstaculizaron a los comentaristas que han intentado suavizar o explicar lo que dijo Jesús. Tal vez, principalmente, estas palabras representan un método de enseñanza personal de Jesús, quien claramente presentaba parte de su mensaje utilizando hipérbole:

“Es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios” (Mateo 19:24)

“No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada” (Mateo 10:34)

“Otro de sus discípulos le dijo: Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre. Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos” (Mateo 8:21)

“No todos son capaces de recibir esto, sino aquellos a quienes es dado. Pues hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que son hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos. El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba” (Mateo 19:11-12)

“Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto” (Mateo 5:48)

Al continuar el Sermón del Pan de Vida cuando muchos de sus discípulos se alejaban de él, Jesús preguntó a los doce si es que acaso ellos también se irían. Pedro, hablando por el grupo, respondió, “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna” (Juan 6:67-68). Aunque mostrando un lado muy humano del Señor, la pregunta de Jesús desafió la audiencia del primer siglo al igual que lo hace con la audiencia moderna.

Richard Neitzel Holzapfel, Eric D. Huntsman, Thomas A. Wayment, Jesus Christ and the World of the New Testament (Jesucristo y el Mundo del Nuevo Testamento), 2006, Deseret Book Company, Ciudad de Lago Salado Utah, pág. 48.

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