Esta es la pregunta que los cristianos que leen la Biblia concienzudamente se hacen con frecuencia. Los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, a veces llamados los mormones, tienen una sólida respuesta a esta interrogante, la misma que es una muy buena pregunta.

joseph-smith-bible-mormonCuando José Smith tenía catorce años de edad, fue al bosque cercano a su casa para orar. Él había estado tratando de decidir a qué Iglesia unirse y había leído en la Biblia que si alguien necesitaba sabiduría, él podía preguntar a Dios, y Dios le respondería. El había decidido hacer justamente eso.

Mientras oraba, una luz brillante descendió de los cielos y se detuvo sobre él. Dentro de la luz, vio a dos personajes. El primero de ellos señalaba al otro y dijo: “Este es mi Hijo amado. Escúchalo”. El orador era Dios el Padre, y Él estaba presentando a Su Hijo, Jesucristo. De esta visión, la misma que condujo a la restauración de la iglesia completa sobre la tierra del Salvador, José supo que Dios y Jesús eran seres independientes.

Una vez que uno se da cuenta de que probablemente Jesús no oraba a Sí mismo, puede leer el Nuevo Testamento una vez más y darse cuenta de que la Biblia es muy clara a este respecto. La Trinidad, una creencia de que Dios, Jesús y el Espíritu Santo son una sola persona en tres formas, fue canonizada en los siglos cuarto y quinto luego de una reunión en la que líderes religiosos llegaron a un acuerdo, haciendo cambiar de parecer a algunos que no estaban de acuerdo y desaforando a los que se rehusaban a retractarse. Eso no se enseñaba en la Biblia en absoluto. Veamos algunas escrituras que se refieren a este asunto:

Una escritura que en ocasiones la usan las personas que aceptan la Trinidad es Juan 14:7:

7 Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto”. Ellos sienten que esto prueba que Dios y Jesús eran la misma persona. Sin embargo, al leer el versículo en contexto demuestra que esto no es en absoluto lo que el Salvador estaba diciendo.

En el versículo 10, Jesús dice: “¿No crees que Yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, Él hace las obras”. Aquí, Jesucristo claramente dice que Él no está hablando por Sí mismo, sino por Dios y que es Dios quien hace las obras, no Él. Esto aclara que son entes independientes. Jesús promete orar a Dios para pedir a Dios que envíe un consolador a Sus apóstoles cuando Él se haya ido, algo que no sería necesario si ellos fueran la misma persona. Pero en el versículo 20, vemos exactamente lo que Jesús quiere decir cuando Él habla de estar en el Padre:

“En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.” Si los versículos anteriores tuvieran el significado de que “Yo estoy en mi Padre” querría decir que ellos eran la misma persona, luego la siguiente frase: “Y vosotros en mí, y Yo en vosotros” significaría que los apóstoles serían también la misma persona que Jesús, haciendo de ello algo mucho más que una Trinidad. Jesús usa parafraseos similares con frecuencia, instruyendo a los apóstoles a ser uno con cada cual así como Él es uno con Su Padre. Lo que Él quería decir, obviamente, era que debían estar completamente unificados en amor, doctrina y propósito.

El testimonio de Stephen es aún más claro acerca de la independencia de Jesús y Dios: “Pero él, estando lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la Gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios. Y dijo, he aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios.” (Hechos 7:55-56)

Así que la respuesta a su pregunta es que Él no oró a Sí mismo, lo que de verdad sería una cosa muy extraña. El oró a Su Padre en los Cielos, así como lo hacemos nosotros, y como Él nos enseñó a hacerlo.

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