Paz en la tierra¿Cuál es la definición de paz? Hace poco vi la Conferencia General (una conferencia para los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, a veces equivocadamente llamada la “Iglesia Mormona”) y me quedé impresionado por un discurso de un miembro del Quórum de los Doce Apóstoles, Quentin L. Cook, quien habló sobre la paz. Dijo que la paz de la cual estaba hablando no era “una tranquilidad temporal”, más bien, dijo, “[la paz] es una profunda felicidad duradera y la alegría espiritual” (Conference Report, abril de 2013).

¿Cómo puedo tener paz?

Hace aproximadamente dos años, pasé una de las pruebas más difíciles que he enfrentado en la mortalidad. Fue una de las que nos hace sentir como si todo el mundo está cayendo encima de uno. El problema aún no tiene solución, pero mi corazón si lo tiene. ¿Cómo? Encontré consuelo no mediante la compra de joyas caras o la búsqueda de poder, sino al acercarme más a mi Salvador Jesucristo por medio de la oración, el estudio de las Escrituras, y el servicio. Doy testimonio de que a medida que yo lo busqué, sentí al Espíritu Santo consolándome–de maneras que ninguna fuente nunca podría ofrecer. En lo que sentí como un momento crítico de mi vida, sentí al Príncipe de Paz a mi alrededor, iluminando mi alma, en una situación que al principio se sentía más oscura y solitaria que nunca. Estas palabras celestiales de las escrituras mormonas describen la paz que entró en mi corazón roto: “Sed de buen ánimo, pues, y no temáis, porque yo, el Señor, estoy con vosotros y os ampararé; y testificaréis de mí, sí, Jesucristo, que soy el Hijo del Dios viviente; que fui, que soy y que he de venir” (Doctrina y Convenios 68:6). Siempre recordaré de cómo me sentí en el momento que esta paz cambió mi desesperación a esperanza.

El Élder Cook dijo en su discurso sobre la paz:

Muchos buscan la paz en formas mundanas, lo cual nunca dio resultado ni lo dará. La paz no se halla al obtener gran riqueza, poder ni prominencia. La paz no se halla al buscar placer, diversión ni esparcimiento. Ninguna de estas cosas, aunque se obtengan en abundancia, trae felicidad ni paz duradera.

oración de niño mormón

Dado que estas actividades no proporcionan la paz, tenemos que ir a la verdadera fuente, Jesucristo. El Élder Cook también dijo en esta Conferencia General mormona de abril de 2013 que “El humillarnos ante Dios, orar siempre, arrepentirnos de nuestros pecados, entrar en las aguas del bautismo con un corazón quebrantado y un espíritu contrito, y convertirnos en verdaderos discípulos de Jesucristo son profundos ejemplos de la rectitud que se recompensa con paz perdurable”. A veces las situaciones están realmente fuera de nuestro control, y parece estar fuera de control por completo. La única manera de hacer posible la paz, en medio del más grande de los desafíos, es a través de la sumisión de nosotros mismos a nuestro Salvador, para que Él pueda fortalecernos mediante Su poder redentor. Nuestro Padre Celestial no se deleita en que estemos afligidos con dolor, pero Él sabe que a medida que pasemos por cosas difíciles, nos hacemos fuertes con el fin de que podamos llegar a ser como Él. Tenemos una visión limitada de la eternidad y no podemos ver cómo cada situación en que estamos realmente toma forma y nos define con el fin de llenar nuestro potencial divino. El apóstol mormón continuó:

El Salvador es la fuente de la paz verdadera. A pesar de las pruebas de la vida, gracias a la expiación del Salvador y a Su gracia, una vida recta será recompensada con paz personal. En el entorno íntimo donde tuvo lugar la Pascua de Resurrección, el Salvador prometió a Sus apóstoles que serían bendecidos con el “Consolador, el Espíritu Santo”, y luego pronunció estas trascendentales palabras: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da” (Santa Biblia: Juan 14:27). A continuación, justo antes de su oración intercesora: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción. Pero confiad; yo he vencido al mundo” (Santa Biblia: Juan 16:33).

Doy testimonio de que la paz es posible, independientemente de la circunstancia de nuestra vida actual, y todo es posible gracias a nuestro Señor y Salvador, Jesucristo, que es el Príncipe de la Paz. Sé que las palabras que se hablan en la Conferencia General SUD son verdaderas, y que este apóstol mormón, Elder Quentin L. Cook, es llamado por Dios para enseñar la palabra de Dios como uno de los testigos especiales de Cristo.

Usted se estará preguntando, “¿Esta paz es realmente posible para mí?” Yo sé que los medios de comunicación populares del mundo le dicen a usted que no hay paz, excepto cuando que se encuentra en búsquedas mundanas. Pero sé por experiencia de primera mano que usted puede tener paz real y duradera a través del Príncipe de la Paz, que es el Señor Jesucristo, y usted puede tener esa paz ahora. ¿Cómo? Póngase de rodillas y suplique a Dios el Padre Eterno que usted pueda sentir su amor, y que su alma se llene con la paz.

Los invito a leer el Libro de Mormón, leer más de Jesucristo y sus enseñanzas de la paz en esta vida y en el más allá.

Este artículo fue escrito por Ashley Bell, miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Recursos adicionales:

El Señor Jesucristo en el mormonismo

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Ashley

Ashley Bell es esposa y madre de 22 años de edad, graduada de BYU, y miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Satos de los Últimos Días.

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