El Espíritu Santo se conoce a menudo como el Espíritu Santo. Él es el tercer miembro de la Deidad, la cual consiste en Dios, Jesucristo y el Espíritu Santo. El Espíritu Santo es diferente de los otros dos en que Él no tiene un cuerpo. Esto le permite realizar una variedad de funciones que le sería difícil hacerlo con un cuerpo. Los mormones creen que la Deidad es una en todos los aspectos excepto físicamente. Son tres seres completamente distintos.
El Espíritu Santo tiene muchas funciones. Jesucristo, al prometer enviar el Espíritu Santo a los apóstoles después de su muerte, se refirió a Él como el Consolador. Proveer consuelo es una de las funciones del Espíritu Santo. Cuando estamos asustados o solos, podemos recurrir a Él para que sea nuestro compañero en los momentos más difíciles de nuestras vidas. Él se nos envía como un regalo de Dios en esos momentos.
El Espíritu Santo, a veces nos envía advertencias. Éstas pueden advertirnos de un peligro físico inminente, tal como una caída de un árbol que cae o un coche a punto caerse hacia nosotros. Las advertencias pueden ser también espirituales. Por ejemplo, podríamos ser advertidos de que estamos hablando con alguien que intenta dañar nuestro testimonio de Dios o que estamos dejando de hacer algo de importancia espiritual.
El Espíritu Santo nos puede ayudar a tomar decisiones. Cuando nos enfrentamos a decisiones, tanto espirituales como temporales, podemos orar a Dios y Él hará conocer Su voluntad para con nosotros a través del Espíritu Santo.
Otro papel, y lo más importante, es dar testimonio. La mayoría de las personas obtienen un testimonio de Dios y de Jesucristo y de Su Iglesia primero a través de los demás. Leemos lo que otro ha escrito o escuchamos lo que esa persona dice. Este es un excelente punto de partida para un testimonio, pero no es suficiente. No podemos vivir nuestras vidas de acuerdo a los testimonios prestados, pero al final tenemos que obtener nuestro propio testimonio. De esta manera nuestro testimonio no es afectado por nuestra relación con esa persona. La única manera de obtener un testimonio que no pueda ser debilitado es obtenerlo a través del Espíritu Santo. Dios sabe a ciencia cierta lo que es verdad y podemos confiar en lo que Él nos envía. El Espíritu Santo puede hablar sólo lo que Dios le dice que diga.
Con el fin de obtener un testimonio por medio del Espíritu Santo, tenemos que abordar el tema con una mente abierta y un compromiso de hacer lo que el Espíritu Santo nos diga. Nunca debemos cuestionarlo y luego decidir que no nos gusta la respuesta e ignorarla. Comencemos a estudiarlo en nuestra propia mente al leer las escrituras y al aprender sobre el tema que usted necesite ayuda. A continuación, tome una decisión basada en lo que has aprendido. Por último, ore pidiendo una confirmación de su decisión. Esta confirmación vendrá en la forma de un ardor en el corazón o un sentimiento de calidez, paz, seguridad, amor y consuelo. A veces, las respuestas vendrán en forma de pensamientos.
Cuanto más tiempo pasamos en la oración más fácil se nos hace reconocer cómo Dios nos habla y saber que Él es el que envía las respuestas a nosotros. Tenemos que crear un ambiente que invite a la revelación personal. Esto significa vivir los mandamientos de Dios, orar a menudo, y estudiar la palabra de Dios en las Escrituras. Es necesario que nos rodeemos tanto como sea posible con las cosas y personas que son morales y buenas. El Espíritu Santo no puede permanecer en un ambiente indigno si te niegas a abandonarlo cuando se te advirtió.
El Espíritu Santo o el Santo Espíritu vienen a nosotros en dos formas. En un principio, viene como un invitado habitual que da testimonio de la verdad y nos guía de vez en cuando. Sin embargo, una vez que hemos sido bautizados por alguien que tiene la autoridad para hacerlo, podemos recibir el don del Espíritu Santo. En este momento, tenemos el derecho de tener al Espíritu Santo con nosotros todo el tiempo, todo el tiempo que estemos viviendo de una manera que lo invitemos a quedarse con nosotros. Éste es un regalo de gran alcance que puede protegernos del peligro y nos ayuda a navegar con seguridad los retos de la vida para que podamos volver a casa con Dios.
Más Información:
Terrie Lynn Bittner
Etiquetas: Encontrar la verdad, Espíritu Santo, Santo Espíritu, ¿Cómo puedo saber lo que es verdad?, ¿Cómo escoger una religión?, ¿Dios es real?, religión, testimonio