En la providencia de Dios, el maravilloso testimonio de Simeón no era el único. Ana, una viuda de edad avanzada, una mujer devota y santa que adoraba constantemente en el templo día y noche con ayuno y oración, ahora se acercaba a la sagrada familia. Al igual que Simeón fue un profeta, ella también fue una profetisa y su voz se unía la de él como un testimonio especial del nacimiento de Cristo. Ana, cuyo nombre significa “llena de gracia” testificó a todos los que “esperaban la redención” en Jerusalén (Lucas 2:38). A pesar de las incontables horas que pasó en el templo, fue sin duda, muy conocida por las personas en la ciudad sagrada que fielmente buscaban la venida del Mesías. Todos ellos escucharían su testimonio de Su nacimiento (véase Lucas 2:36-38)
es una hermosa ioedbcinn gozar con esta ioedbcinn otorgada por nuestro padre celestial por su inefable amor que nos tiene de darnos un templo en trujillo peru de verdad que sera de mucha fortalez espiritual para los santor de esta ciudad y para los que se encuentren mas cercca a ella porque podran hacer sus convenios y la obra vicaria en un lugar mas cerca a ellos.yo estoy ahora en chile y cuiando estaba en mi pais aquellos af1os teniamos que juntar todo un af1o el dinero para los pasajes a lima y viajar al templo ahora solo tendremos que tomar un bus y nada mas.que hermosa ioedbcinn.