La celebración de la fiesta de la Pascua se remonta al momento en que a los hijos de Israel se les ordenó obedecerla como parte de la liberación del cautiverio egipcio. El festival, que comenzaba el 14 de Nisán (actualmente marzo-abril) con el sacrificio de los corderos, duraba siete días. La celebración de la Pascua-el evento también conocido como la Última Cena en los evangelios sinópticos-se inició con el sacrificio del cordero pascual en el templo, parte del cual se come como parte de la cena Pascual. Según los evangelios, Jesús murió el viernes de la semana de Pascua y resucitó el primer día de la semana (domingo) durante el festival (Mateo 27-28:1). Por lo tanto, la celebración de la Pascua tradicionalmente se celebró en las iglesias cristianas occidentales el primer domingo después del inicio de la fiesta de Pascua.
Esta sencilla solución, sin embargo, está plagada de dificultades. El mes de la fiesta de la Pascua debía comenzar con la luna nueva-determinada en el primer siglo sólo por la vista-después de que el equinoccio vernal (que en el primer siglo fue el 21 de marzo para los judíos, 25 de marzo para los romanos). Si la luna nueva se vio de forma correcta, entonces la noche de Pascua fue una luna llena. Dado que los patrones climáticos no son siempre estáticos, la luna nueva podría no haber sido observada en la noche exacta en la que ocurrió, dando lugar a errores en la fecha de inicio de la Pascua. Además, muchos de los judíos del primer siglo seguían un calendario lunar y aproximadamente cada tres años, era necesario intercalar (o insertar) un mes completo antes del comienzo del Nisán. La intercalación de otro mes lunar (29.5 días) movería más la Pascua hasta abril.
Por los dos o tres primeros siglos, los cristianos dependieron del anuncio de la Pascua judía para calcular cuándo celebrar la Pascua. En el tercer y principios del siglo cuarto (especialmente en Nicea en el año 325 d.C.), los cristianos desarrollaron su propio método de cálculo de las fechas de Pascua basándose en los cálculos astronómicos Alejandrinos para la duración del año solar. Hoy en día, la Pascua ya no representa el domingo después del inicio de la Pascua judía, sino más bien, representa un cálculo más exacto de la fecha.