En Mateo 12:30 Jesús advierte: El que no está conmigo, contra mí está; y el que conmigo no recoge, desparrama.

mujeres-mormonas-religionEn ocasiones la gente queda atorada en una clase de ‘a mitad de camino’ de la religión. No se oponen activamente a Dios; simplemente no hacen absolutamente nada. Van a la iglesia cuando es conveniente, aceptan las enseñanzas de Dios cuando tales enseñanzas encajan con las suyas propias, leen las Escrituras cuando no tienen nada mejor que hacer y oran cuando necesitan algo. Cuando Dios es desafiado por los no creyentes, ellos permanecen en silencio. En sus mentes, pueden ser cristianos, pero sería difícil que los de afuera pudieran saberlo. Hay un antiguo dicho que pregunta “Si fuera acusado de ser cristiano, ¿habría suficiente evidencia para condenarlo?”

Mark E. Peterson es un ex líder de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, cuyos miembros son en ocasiones llamados mormones. Él habló acerca de las clases de personas que estaban alrededor de Jesús. Algunos lo seguían fielmente. Algunos trabajaban activamente contra Él. Otros simplemente no se interesaban, lo ignoraban, casi como si no estuviern allí. Oh, ellos podrían haberlo escuchado una vez o dos por curiosidad, pero Jesús no era importante para ellos de una u otra forma. Algunos pueden haber sentido que dado que no estaban activamente contra el Salvador, no habría condenación o que al menos sería menor que a los que se oponían a Él. El élder Peterson dijo:

“Luego estaban los indiferentes. ¿Podríamos decir que estaban con el Señor o en su contra, o estaban simplemente, como dijimos, indiferentes? Les hago recordar que los indiferentes no guardaban los mandamientos, y por su indiferencia alentaban a otros a ser indiferentes, y cuando los demás se volvían indiferentes, también se rehusaban a obedecer los mandamientos del Señor su Dios.

“Estos indiferentes construyeron una barrera en contra de Cristo, y a medida que propagaban el ejemplo de desobediencia se convertían en un obstáculo para Él en Su obra, y por esta razón el Señor dijo:

“El que no está conmigo, contra mí está; y el que conmigo no recoge, desparrama (Mateo 12:30)” (Mark E. Petersen en Conferencia General, Abril 1945, págs. 41-42).

Dios no nos llama para ser espectadores del evangelio. Él espera que seamos participantes activos. Él depende de nosotros para compartir lo que sabemos, establecer un buen ejemplo y defenderlo a Él y a Su Hijo tan frecuentemente como sea necesario, sin importar las consecuencias. En ocasiones esto significa poner a un lado nuestras prioridades terrenales para enfocarnos en las eternas. Ser un cristiano visible puede interferir con sus carreras o su vida social, puede impedirles ser tan populares o “modernos” con cierta clase de personas, pero este tipo de preocupaciones son sólo temporales y en el esquema eterno de las cosas, en realidad no importan.

Los mormones cantan un himno que pregunta “¿Quién sigue al Señor?”. Continúa con la frase “Toma tu decisión”.

¿Qué dice nuestra vida acerca del lado que elegimos? No hay línea central; o estamos del lado del Señor completamente, o no estamos con Él en absoluto.

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