christus-jesus-christ-mormonMateo registra la ahora famosa frase de Jesús, “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”. (Mateo 11:28). Contrastando a los maestros judíos de ese tiempo, Jesús invita a la gente a venir a Él, no a la Ley. Nunca ningún maestro antes ni ninguno después invitaron a Israel a venir a ellos; en cambio invitaban a la gente a la Ley en sí o a las enseñanzas de la sabiduría que incluían la Ley. Esta sorprendente invitación mostró una vez más que Jesús estuvo aparte y por encima de todos los maestros de la Ley, y que se mantuvo por encima de la Ley y de toda sabiduría.

La invitación de Jesús a “venir a mí” estaba seguida de promesas a los que escuchaban su llamado, incluyendo una paradoja tan a menudo encontrada en las enseñanzas de Jesús -mi yugo es fácil, y ligera mi carga (Véase Mateo 11:30). Una vez más, Jesús mismo se contrasta con otros maestros religiosos de la época que “atan una carga pesada” a sus discípulos (Mateo 23:4).

Al final, la promesa más importante de Jesús fue que aquellos que vinieran a él encontrarían “descanso” (Mateo 11:28). Es importante observar que Jesús no dice que el trabajo acabará, como muestra el capítulo anterior, hay suficiente trabajo (Véase Mateo 10). En lugar de ello, Jesús promete que los temores, desafíos, esperanzas frustradas y problemas de la vida se reducen cuando uno aprende a ser manso y humilde de corazón. El aprender de Jesús finalmente, aporta un descanso único a su interior, siendo más bien una paz que sobrepasa todo entendimiento (Mateo 11:29).

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