Cristo se refirió a menudo a los profetas y escrituras del Antiguo Testamento durante Su ministerio. Algunas veces, debía citar la ley y luego reiterarla, enfatizarla, o inspirar a los oyentes y conducirlos a una comprensión de la ley más alta. Otras veces, debía relacionar los símbolos del Antiguo Testamento a su propia identidad como el Mesías.

jesucristo-cordero-mormonLos mormones tienen un entendimiento diferente de la historia de la religión que los de otros creyentes cristianos. Y este es que el Plan de Salvación fue instituido antes de la creación del mundo en el Reino Espiritual en lo alto, y los grandes profetas quienes ministrarían en la tierra fueron preordenados para sus futuros llamamientos. El reino espiritual, al cual los mormones llaman “la pre-existencia” o “vida pre-mortal”, fue habitado por el Padre Celestial, Cristo, y por todos nosotros, como hijos espiritual de Dios. Hubo una guerra en el cielo, a la cual se refirió Isaías, en la cual un espíritu rebelde, Lucifer, fue desterrado. Él se volvió Satanás, y sus seguidores (1/3 de las huestes celestiales) son espíritus malvados quienes nunca obtendrán cuerpos físicos en la tierra.

Dios sabía que todos pecaríamos y todos no podríamos tener toda la pureza y justicia necesaria para ser exaltado en el cielo cuando terminemos nuestra vida mortal en la tierra. La expiación sería un evento central y fundamental en la historia de la religión, a través de la cual Cristo tomaría sobre Sí los pecados del mundo, de modo que todo el que creyera en Él podría ser perdonado y así lograr la gloria en el cielo. Cada profeta que vivió predicó de Cristo, y de Su crucifixión, aun los profetas del Antiguo Testamento, comenzando con Adán. Las referencias a Cristo como el Mesías que vendría han sido suprimidos en su mayoría del Antiguo Testamento, y esto es el por qué los mormones creen en la Biblia “hasta donde esté correctamente traducida”. Todos los profetas del Libro de Mormón quienes enseñaron y ministraron antes del nacimiento de Cristo testificaron de Él, por Su nombre.

Cristo dio lo mejor de Él para educar a los israelitas para prepararlos a recibir al Mesías cando viniera  entre ellos. La mayor parte de su educación ocurrió durante el Éxodo. Justo antes y durante el Éxodo, el Señor estableció siete convocaciones sagradas o días santos con el templo en el centro de veneración. Estas convocaciones sagradas o días festivos están llenos de simbolismo de Cristo y describen Su ministerio, Su identidad, y Su Primera y Segunda Venida. Esos días festivos ocurren de modo que dividen el año en la mitad, con  los días festivos de primavera que simbolizan la primera venida de Cristo y los días festivos del otoño que simbolizan la segunda venida. En el medio, durante el verano, ¿hay algún día festivo más que simbolice los dones de las escrituras y el espíritu para ayudarnos a medida que caminamos en el desierto que es la vida mortal?

Originalmente, el año israelita comienza en el otoño después de la cosecha final, pero cuando el Señor instituyó  la Pascua, el primer días de las convocaciones, Él cambió el principio del año religioso a la primavera.  La Pascua es el único día festivo que cae el 14 de Nisán (también llamado “Aviv”), e implica el sacrificio del cordero pascual, en sí un símbolo de Cristo. En la primera Pascua, mientras todavía estaban en Egipto, los israelitas llevaban un cordero sin mancha a sus hogares el 10 de Nisán. Luego ellos tenían cuatro horas para permanecer a su lado, para que fuera sacrificado con dolor. (Cristo más tarde nacería como un cordero en la Pascua de los judíos en un establo, y más tarde iría como una oveja al matadero, sin levantar Su voz en Su propia defensa). Después del sacrificio, ellos pintaban con la sangre del cordero los dinteles de la puerta de sus casas. Esta fue la sangre de cordero que los salvó del ángel de destrucción, un símbolo de la futura sangre expiatoria de Cristo. El sacrificio era realizado al anochecer – en la fecha y hora exacta de la futura crucifixión de Cristo.

El 15 de Nisán los israelitas fueron liberados de la esclavitud y sacados de Egipto, un renacimiento por agua (el Mar Rojo –como un bautismo) sobre un desierto de pruebas  ( la vida terrenal) para heredar la tierra prometida (el cielo).  De este modo comienza el festival de una semana del Banquete del pan sin Levadura. El pan sin levadura en sí representaba al Mesías, atravesado y despojado como sería el Señor, y libre de la levadura de pecado. Cristo usó el pan de levadura para instituir el primer sacramento. Esto lo hizo en la Última Cena, en una cena de Pascua con los apóstoles en la cual Cristo fue ambos, el convidado y la ofrenda.

Durante la semana de Pascua hay un festival más. Se llama Bikkurim, un nombre derivado de “primer hijo nacido”. La Pascua y  el banquete  del pan sin levadura comprenden una semana festiva de peregrinaje (realmente, ocho días) en la cual los israelitas esperaban reunirse en el templo. En ese tiempo del año, se había traído una cosecha de cebada, pero a los israelitas no les era permitido comer del nuevo grano hasta después de Bikkurim. Para prepararse para Bikkurim, los sacerdotes sembraban un campo de trigo junto al templo. Era prohibido cuidar del campo en cualquier manera, no se fertilizaba ni se regaba. El grano tenía que crecer por sí mismo, sin ayuda del hombre. Justo antes de Bikkurim, tres sacerdotes bajarían hasta el campo con un grupo de observadores que daban su consentimiento común para la elección de una gavilla de grano. Con una oración de dedicación, la gavilla era apartada y atada, cosechada, y luego era ofrecida como ofrenda mecida en el templo. El ofrecimiento  garantizaba una cosecha perfecta para el año siguiente.  Esta ofrenda mecida se hacía siempre un domingo durante la fiesta del pan sin levadura, y fue ofrecida como Cristo que resucitado de la muerte, la primicia de la resurrección,  garantizando la cosecha perfecta de las almas.

Después de la Pascua vienen cuarenta y nueve días (siete veces, siete semanas) de vagar errantes en el desierto, llamado calculando el augurio. Este es el tiempo de los vientos del desierto (se llama hamsin o sharav) en Tierra Santa, de modo que las cosechas son levantadas en miedo y agitación. Luego viene Pentecostés, el Banquete de las Semanas, el cual celebra los obsequios  de las escrituras y el espíritu que el Señor nos envía para ayudarnos en nuestro camino. Luego, después de la muerte de Cristo, los judíos de todas las partes se juntarían en el templo para celebrara la fiesta. El Santo Espíritu descendió sobre los apóstoles de Cristo en este tiempo, permitiendo que cada uno escuchara la predicación del evangelio en su propia lengua (el propósito del don de lenguas para aumentar la comprensión). La conversión de miles de personas se produjo, sobre todo porque los judíos entendieron que las imágenes de la fiesta eran cumplidas por el evento.

En el otoño hay tres días de fiesta. El primero es Rosh Hashaná, el primero del nuevo año civil, pero más importante, la Fiesta de las Trompetas. La peregrinación se hace nuevamente al templo, donde los cuernos se hacen sonar y comienza el arrepentimiento. La imagen es para despertar, levantarse, y reunirse, porque ahora es el momento de separar a los malos de los justos para el juicio final. Queremos que nuestros nombres sean escritos en el libro de vida de Dios. Luego vienen diez días de arrepentimiento amargo, los Días del Temor, el Día de la Expiación (Yom Kippur). En Yom Kipur la expiación por sangre es esencial para la adoración en el templo con la sangre que aun se rocía en el Santísimo. Luego viene la Fiesta de los Tabernáculos, que refleja la Pascua. La fiesta de los tabernáculos simboliza la segunda venida y el comienzo del milenio.

La-Ultima-Cena mormonCristo usó la representación de los festivales para dar testimonio de Sí mismo durante Su ministerio. En la última cena, Él usó la representación de la Pascua para enseñar a Sus apóstoles. El afikomen es una pieza especial de pan sin levadura que representa al Mesías durante la comida, es partido, bendecido, envuelto en lino, “enterrado” y resucitado durante la comida. Esto Cristo usó como sacramento y dijo que a partir de entonces, el pan se tomaría para recordarlo en lugar de esperar por Él.

Antes de la última cena, durante las fiestas de otoño, Cristo se acercó al templo. Enormes Menorahs (candelabros) se posan en el monte del templo. Cristo subió y se declaró a Sí mismo como la luz del mundo. También hay una libación de agua asociada a las fiestas. Cristo bajó a la libación del agua y se declaró a Sí mismo como el agua viva.

Los primeros conversos al “cristianismo” eran judíos. Fueron preparados a través de las enseñanzas del Antiguo Testamento y la representación con propósito de las santas convocaciones del Éxodo.

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