Los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días son en ocasiones llamados mormones. Aunque se trata de un término aceptable a utilizar para las personas, los mormones piden que no se use este término para describir a la Iglesia, por lo que decir Iglesia Mormona sería incorrecto. SUD es una manera más corta una vez que se ha dado el nombre completo. El nombre completo revela el cristianismo inherente a la fe.
Los mormones creen en el Jesús de la Biblia. Creen en el relato del nacimiento de Jesús, Su linaje, Su misión, Su crucifixión y Su resurrección que se halla en el Nuevo Testamento. Creen que Jesús murió para expiar los pecados del mundo. Los mormones son cristianos del Nuevo Testamento, pero no cristianos de credo. Ellos rechazan los credos post-bíblicos, que fueron desarrollados en los consejos y tomaron muchas formas antes de llegar a los que habitualmente se consideran oficiales por los cristianos de la actualidad. Sin embargo, muchas de las enseñanzas de estos credos no se encuentran en la Biblia, sino que se desarrollaron más tarde como resultado de las presiones culturales y políticas.
El cristianismo no se trata de detalles doctrinales. Existe una enorme diversidad de diferencias doctrinales dentro de las creencias protestantes y católicas que no parecen descarrilar la etiqueta del cristianismo. Jesús pasó la mayor parte de su ministerio debatiendo no sobre la doctrina, sino sobre el comportamiento. Los apóstoles se adentraron más profundamente en la doctrina, pero Jesucristo se centró en enseñar a Sus seguidores a amar y servir a Dios y al prójimo. Luego demostró el estilo de vida adecuado, viviendo exactamente como Él quería que viviéramos.
Un cristiano es un seguidor de Jesucristo. Éste término es utilizado sólo tres veces en la Biblia y siempre en un contexto que sugiere que era, en ese tiempo, utilizado por personas ajenas al referirse a los seguidores de Cristo. Los seguidores de Cristo se llamaban a sí mismos Santos, no cristianos. Esto quiere decir que no hay precedente bíblico para la identificación de los cristianos basados en un conjunto de doctrinas específicas y particulares que no fueron canonizadas hasta los siglos IV y V y que se desarrollaron mucho después que los apóstoles hubieron muerto. Si lo hubiera, por supuesto, sería difícil encontrar autoridad bíblica para decidir a quién se le permite elegir qué doctrinas califican para ser cristianas.
Michael Otterson, director de relaciones con los medios de comunicación de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, dijo:
“Ellos creen que Jesucristo resucitó literalmente, que Él vive hoy, y que Él es el único nombre debajo del cielo por el cual la humanidad puede salvarse. Este es el Jesús cuyo nombre se muestra en el frente de todos los lugares de culto mormones. Este es Jesús, en cuyo nombre ora todo mormón y se predica cada sermón. Este es el Jesús cuyo cuerpo y sangre son conmemorados en los servicios de adoración semanales de los Santos de los Últimos Días desde Nigeria a Nueva Zelanda, desde Michigan hasta Mongolia. Para los Santos de los Últimos Días que tratan de vivir sus vidas como creen que Jesús enseñó, las afirmaciones de que no son cristianos son tan desconcertantes como hirientes”(Michael Otterson, Son cristianos los mormones, On Faith, Washington Post, 10 de diciembre de 2010)
Para un mormón, el verdadero cristianismo es vivir como Jesús vivió. Un reciente estudio de la Universidad de Pennsylvania mostró que los mormones dan más servicio que cualquier otro segmento de los Estados Unidos. Hacen tanto servicio fuera de la iglesia como lo hacen los demás estadounidenses, pero hacen mucho más dentro de la Iglesia, sirviendo tanto a su Iglesia como a su comunidad. Los mormones tienen a menudo proyectos de servicio comunitario patrocinados por la Iglesia. Los mormones cuidan el uno del otro y de personas de otras religiones–o de ninguna fe en absoluto.
Para un mormón, el verdadero cristianismo implica vivir los principios del decimotercer Artículo de Fe, una de las trece declaraciones de creencias escritas por José Smith (Joseph Smith). El decimotercero dice:
“Creemos en ser honrados, verídicos, castos, benevolentes, virtuosos y en hacer el bien a todos los hombres; en verdad, podemos decir que seguimos la admonición de Pablo: Todo lo creemos, todo lo esperamos; hemos sufrido muchas cosas, y esperamos poder sufrir todas las cosas. Si hay algo virtuoso, o bello, o de buena reputación, o digno de alabanza, a esto aspiramos”.
Aunque la doctrina es importante, un poco más allá de la creencia en la divinidad de Jesucristo y en la realidad de Su sacrificio expiatorio, junto con un gran amor por y la adoración del Salvador, constituyen una definición precisa del cristianismo. El cristianismo se trata del amor de nuestro Salvador que nos une y no las diferencias doctrinales que nos separan. El Jesucristo de la Biblia enseña un evangelio de amor y unidad, y ese Cristo bíblico es a quien los mormones adoran.