Una enseñanza que hace únicos a los mormones está relacionada con la capacidad de ver a Dios. Cuando José Smith tenía catorce años estaba preocupado por elegir la iglesia a la que debía unirse. Un día cuando estaba estudiando la Biblia encontró su respuesta. Santiago 1:5, un texto escrito por el propio hermano del Salvador, nos enseña a volvernos a Dios si buscáramos sabiduría. José vio que esta era la única manera de obtener una respuesta porque sólo Dios podría decirle la verdad. José había recibido demasiadas instrucciones diferentes de los distintos ministros de su área.

mormon-firstvisionJosé se dirigió al bosque y comenzó a orar. Después de un tiempo, Dios y Jesucristo aparecieron ante él. Dios le presentó a Jesús y Jesús le dio instrucciones de no unirse a ninguna de las iglesias que había en ese momento en la tierra porque estaban incompletas. José siguió este consejo, y más tarde, cuando ya era adulto, recibió la visita de un ángel y se preparó para ayudar a llevar el evangelio restaurado a la tierra.

¿Es posible que un mortal vea a Dios? La Biblia registra muchos casos en que los mortales, por lo general los profetas, ven a Dios. Veamos algunos ejemplos.

Esteban fue elegido para ayudar a los apóstoles en su obra después de la muerte de Jesús. Sin embargo, molestaba a muchas personas debido a su testimonio y fe. Fue detenido y acusado de blasfemia. A pesar de las falsas acusaciones, Esteban se negó a defenderse y más bien usó su tiempo para predicar el evangelio. Su rostro era como el de un ángel y Dios estaba con él.

55 Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios,

56 Y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios. (Hechos 7)

Esteban fue apedreado hasta la muerte por testificar que había visto a Dios y a Jesús. El mundo por lo general no ha aceptado a aquellos que testifican esta experiencia sagrada.

Jacob también vio a Dios después de luchar con un mensajero de Dios:

30 Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma (Génesis 32)

Moisés, Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel vieron a Dios:

9 Y subieron Moisés y Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel;

10 Y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies como un embaldosado de zafiro, semejante al cielo cuando está sereno.

11 Mas no extendió su mano sobre los príncipes de los hijos de Israel; y vieron a Dios, y comieron y bebieron (Éxodo 24).

Más tarde, Moisés vio el rostro de Dios, y luego Su gloria mas no Su rostro (Éxodo 33). Salomón vio a Dios dos veces y luego se apartó de Él, haciendo que Dios se enoje. Isaías vio a Dios pero estaba nervioso porque estaba sucio. Un siervo del Señor lo limpió de sus pecados.

A pesar de las muchas veces que la Biblia registra a las personas que han visto a Dios, hay una escritura que dice: “A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer” (Juan 1:18). Algunas veces se utiliza esta escritura para tratar de desacreditar la enseñanza mormona de que José Smith vio a Dios. Sin embargo, si nos fijamos en el capítulo 6 del mismo libro, encontramos una explicación de esta afirmación: No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios; éste ha visto al Padre (Juan 6:46). En otras palabras, para ver a Dios, una persona debe ser espiritual y digna de hacerlo. José Smith enseñó que la primera escritura, Juan 1:18 está correctamente traducida al indicar que sólo podemos ver a Dios cuando somos guiados por el Espíritu. Jesús ofreció más información sobre este tema cuando enseñó: “Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar” (Lucas 10:22)

Dios se ha mostrado sólo a unos pocos pueblos en el curso de la historia, pero se ha mostrado en momentos importantes a aquellas personas dignas.

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