El Sermón del Monte es el discurso más famoso de Jesús. Muchos cristianos y no cristianos han sido profundamente impresionados y motivados por sus enseñanzas. Algunas personas se refieren a él como la revelación de la ley mayor en un momento en que el pueblo de Dios se encontraba aún bajo la ley menor. Vistos en modo superficial, el Sermón del Monte y su contraparte en Lucas-el Sermón de la Llanura-son un comentario sobre la ética de la Ley de Moisés. Ellos retienen algunos elementos-como lo demuestra a través del silencio sobre muchos temas importantes-mientras que reforman o transforman otros.
Destacan tres puntos principales del Sermón del Monte como representativos del significado y el tema central del sermón en su conjunto: las Bienaventuranzas, las seis antítesis de Mateo 5, y las instrucciones dadas a los discípulos acerca de la forma en que deben cuidar del rebaño. Las Bienaventuranzas, un término posterior que viene del latín “Bienaventurados”, aunque simple en lenguaje y directo en presentación, ofrece una de las más profundas enseñanzas del sermón. Las Bienaventuranzas constituyen una unidad cohesiva, y si se leen como una secuencia, ellas detallan el proceso desde la conversión hasta la salvación. La primera bienaventuranza promete a los pobres un lugar en el reino de los cielos (Mateo 5:2), un proceso que encaja muy bien con aquellos que escuchan el evangelio y se preparan para el bautismo. La segunda bienaventuranza promete a los que “lloran” que “serán consolados” (Mateo 5:3), un sentimiento que describe todos los que están entrando en el reino y que se están pasando el frecuentemente doloroso proceso de arrepentimiento.
Cada una de las bienaventuranzas se basa en este fundamento, en orden secuencial. Sin embargo, la octava bienaventuranza se refiere a todos los que viven una vida similar a Cristo, recordándonos que el diablo no nos permitirá progresar hasta la salvación sin oposición (“Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo”). El orden secuencial de las bienaventuranzas también parece tener una correspondencia directa a las ordenanzas del Evangelio en orden. Las Bienaventuranzas constituyen la esencia de lo que se requiere de aquellos que desean entrar en el reino de los cielos.
Un Segundo punto central principal son las cinco leyes que se transforman en Mateo 5. En orden, ellas son “No matarás”, “No cometerás adulterio”, “No perjurarás” “No cometerás adulterio”, “Ojo por ojo” y “Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo” (Mateo 5:21, 27, 33, 38, 43). Sorprendentemente, no todos estos pasajes son citas directas del Antiguo Testamento; algunas, por ejemplo, se refieren específicamente a una escritura (Éxodo 20), y algunas parecen resumir una interpretación de la ley: “No perjurarás”. Aparte de estas cinco importantes leyes o conceptos que fueron cambiados, varios vacíos evidentes son perceptibles. Por ejemplo, la ley de sacrificio y la ley de diezmos y ofrendas no se alteran en ningún momento.
Las cinco leyes de Mateo 5 no son exhaustivos en contenido pero sí enseñan un método consistentemente-el método de interiorizar un mandamiento externo. En esencia, el tema es cuál es mayor, un mandamiento externo o un principio interno. Si obedecemos el mandamiento externo, ¿seremos siempre obedientes al principio? Una de las características centrales del Sermón del Monte es sus enseñanzas sobre cómo interiorizar un mandamiento externo y por lo tanto lograr un mayor nivel de obediencia.
El capítulo final del Sermón del Monte no enseña a los discípulos nueva doctrina, sino que los capacita en el futuro gobierno y los asuntos de la iglesia. Por ejemplo, enseña cómo diferenciar entre los que tienen apariencia de ovejas, pero no lo son y distinguir entre aquellos que llaman al Señor en rectitud y los que conocen su nombre y pretenden hacer sus obras, pero por dentro están llenos de iniquidad. El tema no es la intrusión desde el exterior, sino la corrupción del centro. La pureza del reino es la primera preocupación, y a los discípulos del Señor se les enseñó la manera de mantener esa pureza. En casi todos los aspectos, el Sermón del Monte enseña cómo ser cristiano desde el interior desarrollando una transformación que más tarde forme el medio. Los cambios en el comportamiento tienen una mayor influencia sobre el medio que la que los cambios en el medio tienen en el comportamiento.
Hermoso el comentario sobre el sermon del monte.Quisiera saber mas sobre el ,en estos dias he estado inquieto por aprender la verdadera enseñanza del evangelio y quisiera seguir profundisando en ello. muchas grasias DIOS LES BENDIGA
hola, estudio teologia ministerial y me gustaria conocer más a fondo lo relacionado con el Sermón del monte, muchas gracias. Rocío
Gracias por este trabajo; muy bien hecho. Dios siga dirigiendo sus acciones y trabajo. BENDICIONES
Volvi a leer este trabajo porque me da gusto la profesionalidad con que fue hecho y de verdad agradezco su dedicacion
como se llama el lugar donde jesus dio el discurso del sermon del monte.
EL SERMON DEL MONTE FUE DADO EN EL MONTE DE LOS OLIVOS