Los Evangelios son cuatro libros encontrados en el Nuevo Testamento que registran las historias de lo que Jesús dijo e hizo. Fueron, muy probablemente, producidos en la segunda mitad del primer siglo, ya en los años 60. A pesar de que algunos estudiosos datan el Evangelio de Juan al final del primer siglo en la década de los 90, otros sugieren una fecha mucho más temprana para su composición. Curiosamente, el texto existente más antiguo del Nuevo Testamento es un fragmento del Evangelio de Juan, que data alrededor del año 125 d.C.

mormon-bibleAunque los Evangelios aparecen primero en la secuencia del Nuevo Testamento, ellos se escribieron después de algunas cartas de Pablo-estas cartas son los primeros documentos en el Nuevo Testamento que datan de aproximadamente el año 49 d.C. hasta los años 50. En las primeras cartas Pablo se refiere a los importantes acontecimientos de la muerte de Jesús, el entierro y la resurrección. Sin embargo, los Evangelios proporcionan información detallada sobre aquellos acontecimientos no encontrados en ninguna otra parte del Nuevo Testamento. Además, los Evangelios contienen información acerca de su nacimiento y su ministerio y por lo tanto son fuentes esenciales para cualquier intento de reconstruir la vida de Jesús de Nazaret.

Gospel (Evangelio), un término Inglés derivado del antiguo término Inglés godspel (Evangelio), que significa “buena noticia”. Evangelio es una traducción del griego euangellion y se refiere a la buena noticia de Jesucristo y la salvación que Él hizo posible. Eventualmente, el término se aplicó a las cuatro narraciones escritas que conserva el recuerdo de las palabras y hechos de Jesús. Los eruditos se han interesado en comprender qué son los Evangelios-qué tipo de género. Recientemente, algunos estudiosos han sostenido que ellos se entienden mejor como biografías antiguas. Si esto es cierto, esto puede ayudar al lector a entender el propósito original de su producción.

Los eruditos se han interesado en las fuentes existentes detrás del relato del Evangelio. El Evangelio de Marcos, muy probablemente el Evangelio más antiguo, es a menudo identificado como “La Memoria de Pedro”, debido a que gran parte del contenido puede haber llegado directamente desde el mismo Pedro. Se cree que Mateo y Lucas se han compuesto poco después que el Evangelio de Marcos comenzara a circular. Hay importantes y abrumadoras pruebas internas de que Mateo y Lucas usaron a Marcos como fuente. Sin embargo, Mateo y Lucas añade material especial tal como una narración del nacimiento a sus relatos (ver Mateo 1-2 y Lucas 1-2).

Debido a la relación entre ellos, los Evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y se conocen como los “Evangelios Sinópticos”, nombre que se deriva de las palabras griegas que significan “parecer”. Juan está separado de los evangelios sinópticos y que es a veces identificado como el “Cuarto Evangelio”, porque Juan proporciona el material más singular acerca de Jesús, que se calcula contiene hasta en un noventa por ciento, de los relatos del Evangelio.

Todos los Evangelios fueron primero compuestos en griego. Los textos griego de los Evangelios revelan a veces estratos de material en arameo más antiguo, especialmente cuando registran las palabras de Jesús. En pocos casos, el texto en lengua griega conserva una trascripción de frases en arameo de los labios de Jesús (véase, por ejemplo, Mateo 27:46).

Ningún texto original de los Evangelios, identificados como “autógrafos”, sobrevivió de la antigüedad. Sólo copias de copias existen en la actualidad, la más actual de ellas son sólo fragmentos. Estos importantes primeros testigos se conservan mayormente en bibliotecas y archivos. Todos los primeros manuscritos fueron conservados en papiro y escritos con tinta negra. Actualmente, se han descubierto más de cinco mil manuscritos del Nuevo Testamento del período anterior a la impresión. Los expertos estudian estos manuscritos con el fin de identificar qué diría el texto original cuando se compuso por primera vez.

Aunque los mismos Evangelios no siempre concuerdan sobre los puntos de referencia geográfica o en una estricta narración cronológica de los acontecimientos, muchos estudiosos sostienen que en las cuestiones esenciales, los Evangelios dicen la misma historia. De un modo interesante, todos ellos se centran en las últimas veinticuatro horas de la vida de Jesús y cada uno ofrece una historia de la tumba vacía. En estos evangelios descubrimos lo que los primeros cristianos creían acerca de Jesús y cómo se recordó a Jesús.

“En la medida en Jesús es una figura singular en el antiguo mundo (por ejemplo, los reclamos Cristianos acerca de la “resurrección” de Jesús no tienen analogía real), entonces los relatos de su vida, muerte y resurrección no tienen analogía. Por ejemplo, ningún judío escribió una vida comparable de JohananbenZakkai o Hillel. Pero la naturaleza de los Evangelios del NT como, en cierto sentido, las “biografías”, al menos como se entendieron en el mundo antiguo, debe alertarnos sobre las riquezas que contienen y las complejidades que cualquier lectura de ellos implica”.

Christopher Tuckett es un catedrático de la Facultad de Teología, Universidad de Oxford, Oxford, Reino Unido.

Christopher Tuckett, “Gospels (Evangelios)” en el Diccionario Eerdmans de la Biblia (Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Publishing, 2000), 523.

“Sólo con respecto a Jesús las diversas piezas individuales fueron ensambladas para formar un retrato por derecho propio-un hecho de importancia teológica y Cristológica. Al concentrar la atención de los lectores en la persona de Jesús a través de la escritura de una biografía, los primeros escritores de evangelios cristianos fueron afirmando algo que nunca se dijo de un rabí, que Él fue el escenario central como la encarnación, o incluso el reemplazo de la Torá, un individuo único revelando a Dios en sus hechos y palabras, vida, muerte y resurrección. El deseo de hacer este deliberado reclamo Cristológico obligó a los primeros escritores cristianos a salir de la tradición judía de historias y anécdotas para utilizar un género griego narrativa biográfica continua. La l redacción real de un evangelio fue un reclamo Cristológico en sí mismo y también contribuyó a la ‘división de las formas’ entre los primeros cristianos y el desarrollo de la tradición rabínica.”

Richard A. Burridge es Decano del King’s College London y es miembro del Sínodo General de la Iglesia de Inglaterra.

Richard A. Burridge, What Are the Gospels? A Comparison with Graeco-Roman Biography (¿Qué son los evangelios? Una comparación con la Biografía Greco-Romana) (Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Publishing Company, 2004), 339-40.

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